La iridología no es una técnica de tratamiento, sino un método de lectura. En el iris del ojo tenemos representadas todas las partes que forman nuestro organismo. De este modo, ayudados de una lupa o un iriscopio, podemos observar en él una serie de características, señales y signos, que nos dan información sobre la constitución de la persona, las tendencias del cuerpo a enfermar y sus puntos más débiles.
No uso la iridología como un método de diagnóstico, sino como una herramienta que me permite complementar y contrastar la información que tengo de la persona. Con un análisis exhausto del iris obtengo datos que me sirven para focalizar mi atención en diversos aspectos, en los que a posteriori indagaré, e investigaré más profundamente si es necesario.
Se trata de lecturas muy completas en las que se tienen en cuenta todas las partes del iris: la zona pupilar, la corona nerviosa y la zona ciliar. En un análisis del iris observamos al detalle la coloración general y las fibras o zonas que se desmarcan de ésta, el grado de dilatación o contracción de cada una de las partes, la densidad y uniformidad radial de las fibras, las imperfecciones (aflojamientos, lagunas, criptas, rayos solares…), el tamaño de éstas, su profundidad y su ubicación, las manchas de pigmentación, la presencia de arcos, presencia de anillos, etc.
Como ya he dicho, el uso de la iridología nos permite obtener una idea de la constitución innata que se presenta, así como observar debilidades o lesiones en ciertos sistemas, órganos o partes del cuerpo, dificultades de drenaje y toxemia, exceso o defecto de la función digestiva, exceso o defecto de la función nerviosa, debilidades metabólicas, zonas con hipertonía luchando contra un estado de desequilibrio agudo, y muchísimas cosas más.
Es una técnica que comúnmente se considera pseudocientífica, sin embargo son varias las corrientes que han nacido al respecto y muchos los años en los que ha estado presente sin desaparecer. Soy la primera en reconocer que al iniciarme en este campo tenía mis dudas, pero después de estudiarlo y pasar a la práctica, me he asombrado de comprobar en numerosas ocasiones su fiabilidad. Además me sirve para completar el recaudo de información sobre la salud de cada persona, información que de entrada no se expone y que gracias a la observación del iris yo decido preguntar más allá, obteniendo datos realmente valiosos para el desarrollo de un tratamiento integrativo y holístico.
Todas las partes de nuestro cuerpo forman un todo, por ello en estas también se encuentra información relevante respecto a la unidad a la que pertenecen. El iris no es una excepción, en nuestros ojos se expresan rasgos que podemos leer, como un mapa. Si deseas saber qué es lo que dicen los tuyos puedes pedirme más información rellenando el formulario que encontrarás en el apartado CONTACTA. Te aseguro que no vas a quedarte indiferente ante el gran poder y utilidad de esta metodología.