El uso de plantas medicinales ya tiene su origen en la prehistoria, y ha estado presente en toda la evolución de la humanidad: los chamanes de religiones primitivas, la civilización egipcia, la medicina tradicional china y ayurvédica, en Grecia y Roma, los árabes, en la edad media, la moderna y en la contemporánea.
Actualmente, la fitoterapia de nuevo está tomando más poder después de algunas décadas en la que se ha visto algo pisoteada por la medicina moderna alopática. Pero si lo pensamos bien, recordaremos todos alguna ocasión en la cual nos hemos encontrado mal y hemos hecho uso de algún “remedio de la abuela” para aliviarnos: manzanilla para el dolor de tripa, tila para relajarnos, tomillo para la irritación de los ojos, cebolla y limón para el resfriado, y muchos más.
Fitoterapia: La Ciencia de los Principios Activos
La base del tratamiento con plantas no tiene nada de ambiguo ni sobrenatural. En mi opinión no hay casi nada más científico. Se trata de plantas que contienen principios activos, al igual que los fármacos modernos, con propiedades y efectos en la bioquímica de nuestro organismo.
“Fitoterápico: Sustancia de origen vegetal que procura la salud, restableciendo el equilibrio en las funciones de un organismo o ayudando a prevenir alteraciones. Se elabora a partir de la droga vegetal una vez ha sido transformada en una forma galénica determinada.”
Forma y uso de las Plantas Medicinales
Las formas galénicas son diversas en función del uso que le queremos dar y la vía por la cual serán administradas, así pues podemos usar la planta fresca, el polvo de planta seca, el jugo exprimido, el aceite esencial (sustancias volátiles obtenidas por destilación o expresión), el hidrolato (el excedente de la destilación), tisanas (extracto en agua), tinturas (extractos en alcohol), oleatos (extractos en aceite) o extractos concentrados (se procede como en los anteriores y se evapora el disolvente).
En cuanto a la vía de administración, la más frecuente es la oral, aunque existen otras vías internas que nos pueden ser útiles según el caso. La vía de administración externa mediante uso tópico también es muy frecuente, muy efectiva en función de la circunstancia, y normalmente se usa para complementar otros remedios por vía interna.
Las propiedades y principios activos de los fitoterápicos son casi infinitas, y mucho más si se utilizan paralelamente varias plantas en sinergia, las cuales no solo se complementan sino que se potencian teniendo un efecto superior a la suma de ellas por separado.
Encontramos plantas medicinales con función sobre todo nuestro organismo: sistema nervioso, inmune, circulatorio, digestivo, respiratorio, renal y urinario, reproductor, para el hígado, vesícula biliar y páncreas, como también para la piel, huesos y articulaciones, y locomotor en general.
La Fitoterapia en Albaraque NATUROPATIA
Ese gran abanico de posibilidades y propiedades hace de la fitoterapia uno de mis métodos de trabajo favorito, sintiéndome muy agradecida, y a veces alucinada, del gran regalo que nos ofrece la naturaleza y la madre tierra, para que nos sea más fácil recuperar el camino.
Si te interesa lo que lees y sientes que deberías trabajar en tu salud de manera natural e integral, te invito a que te informes sobre mi acompañamiento principal para reconducir tu bienestar: El Estudio CONECTA.
También puedes leer más info sobre esta técnica y su uso en la categoría: Fitoterapia.
FAQ sobre Fitoterapia
Es el uso de plantas medicinales y sus derivados con finalidad preventiva o terapéutica, siempre personalizando el tratamiento.
Depende del objetivo y la planta:
• Tisanas (infusión/decocción) para hojas, flores o partes duras.
• Tinturas/extractos cuando buscamos más concentración y precisión.
• Cápsulas/extractos secos para comodidad y dosificación estable.
Se revisa según evolución. Se priorizan fórmulas simples, se ajustan por ciclos y se evita prolongar plantas con mayor riesgo de efectos adversos
Puede haber interacciones (p. ej., con anticoagulantes, digitálicos, etc.). Siempre personalizo y reviso compatibilidades antes de pautar.
Hay ajustes de dosis por edad y situaciones especiales; se pauta con prudencia y seguimiento profesional.
