Más que un trabajo, es
una forma de caminar la vida
El viaje de Alba: reconectando con la naturaleza y encontrando el propósito en la Naturopatía
Quién soy? Es una pregunta difícil de responder en pocas palabras. Me llamo Alba, y lo que sí puedo decirte, es que mi camino ha sido una travesía llena de experiencias significativas y transformadoras.
Tuve el privilegio de vivir mi infancia y adolescencia en una pequeña ciudad (antes era un pueblo, grande, pero pueblo) de Catalunya llamada Banyoles. Rodeada de un entorno precioso, familia y amigos. Durante esa etapa desperté mi consciencia y, con ella, mi espíritu crítico y ganas de cambiar las cosas en la sociedad. Siempre me preocuparon la preservación del medio ambiente y las injusticias sociales. Participé en diversas actividades sociales, como voluntariados, acompañamientos y casales, entre otros. Sin embargo, llegó un momento, a los 20 años, en que por diversas razones me alejé de todo, de mi pueblo, de las causas ajenas, e incluso, te confieso que dejé de creer en la posibilidad de un cambio.
Durante aproximadamente 8 años viví en Barcelona, trabajando como técnico de laboratorio en una multinacional, con el piloto automático puesto. Al cabo del tiempo, me di cuenta que llevaba una vida que no era la mía, en una ciudad a la que no pertenecía. En este punto hice mi primer “click”. Siempre me habían interesado las técnicas naturales y todo lo relacionado con ellas, tenía libros de flores de Bach, de kinesiología, entre otros, incluso había hecho un curso de quiromasaje, pero nunca me había planteado aprender más seriamente sobre el tema, tampoco había tenido tiempo.
Fue entonces cuando descubrí el término “Naturopatía”, y la existencia de cursos regulados. Pero entonces sentí que todavía no era el momento oportuno. Dejé mi trabajo y la ciudad, y me fuí a vivir a la montaña.
Después de años trabajando a turnos en la capital, mi salud anhelaba aire puro, buena comida y tranquilidad. Pasé más de dos años en este “break”, reconectándome conmigo, con la vida, la naturaleza y la sencillez. Finalmente, decidí regresar a mi origen, Banyoles. Fue en este momento, al comenzar a reconstruir de nuevo mi vida, que tomé la decisión (por fin!) de hacer lo que había estado en mi mente durante tanto tiempo.
Me formé en Naturopatía, por mi amor a lo natural, mi pasión por ayudar a las personas, mi vena científica, analítica, y mi espíritu crítico e incluso inconformista. Lo que empezó siendo un interés en adquirir conocimiento terminó por ser mi vocación, en esa chispa de la adolescencia que volvía a encenderse otra vez. La Naturopatía une todo lo que siempre me ha hecho vibrar, y hay pocas cosas que me hagan sentir más plena que observar los beneficios que ofrece a quienes se confían a ella a través de mi trabajo.