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Remedios naturales para la piel

La psoriasis y el mensaje que revela tu piel

La psoriasis es un desequilibrio en la piel originado por un incremento en la proliferación de las células epidérmicas que provoca descamación e inflamación. Afecta de forma característica a zonas como el cuero cabelludo, codos o rodillas, aunque también puede presentarse sobre otras áreas de la piel. Las lesiones se muestran como pápulas o placas con enrojecimiento, acompañadas de sensación de picor o dolor de intensidad variable. Estas placas a menudo quedan cubiertas por escamas más gruesas con aspecto plateado o incluso opalescente.

Encontramos distintos grados de afectación y las causas todavía no están del todo claras. Cuestiones relacionadas con la genética, el sistema inmune y los hábitos nutritivos tienen mucho que ver. Sin embargo, se cree también que intervienen factores psicológicos de forma relevante. Por esta razón es importante que en el momento de querer trabajarlo tengamos en cuenta todas las circunstancias personales y mantengamos siempre una mirada abierta que nos permita considerar todos los aspectos que nos influyen.

De forma general existen ciertas propiedades que pueden beneficiarnos en el tratamiento de la psoriasis. Los efectos antiinflamatorios, antipruriginosos, demulcentes y regeneradores cutáneos serán justamente los deseados en una aplicación tópica que extenderemos sobre la zona afectada. La aplicación de arcilla, cataplasmas de copos de avena, oleado de caléndula o la exposición a sol y mar serán buenos remedios fácilmente alcanzables.

Por otra parte, yendo un poco más allá, sabemos que el uso de elementos depurativos reforzará también al organismo en este proceso, permitiéndole que se libere adecuadamente de las toxinas y favoreciendo así tanto la función hepática como la general. Nos ayudarán en esta tarea el cardo mariano o el diente de león, entre tantos otros. Los remedios antioxidantes también nos pueden ser de interés para prevenir la degeneración que sufren los tejidos en las recidivas.

El otro factor que paralelamente podemos reforzar con técnicas naturales es nuestro sistema inmune y su reactividad, entendiendo que nuestro cuerpo es el que ataca a sus propios tejidos por un exceso “de defensa”. Los remedios con propiedades inmunomoduladoras como el liquen negro pueden ser también un gran complemento a considerar.

Finalmente, el hecho de tener en cuenta el factor emocional y la influencia del sistema nervioso sobre nosotros y nuestro cuerpo se convierte en un elemento clave. La psicosomática establece una relación directa entre cómo fluyen nuestros pensamientos y emociones con todo lo que ocurre fisiológicamente. Reforzando la idea de que el síntoma viene a decirnos cosas, hay ciertos patrones que nuestro cuerpo utiliza para comunicarse, depende de la parte afectada podemos obtener pistas de cuál puede ser el origen raíz del desajuste. La piel es nuestra barrera, es el órgano que separa nuestro interior del exterior. La manifestación sintomática de la piel puede revelar conflictos más profundos relacionados con el contacto y la separación. Más allá de esta interpretación, sí que podemos observar que comúnmente los brotes de acné, eczemas o placas aparecen en momentos de más nerviosismo. En estos casos acudir a las flores de Bach, algunos aceites esenciales como el de lavanda o complementos y plantas con acción sobre el sistema nervioso nos facilitará el trabajo.

La incorporación de ciertas rutinas con técnicas naturales y una forma consciente de accionar en el día a día puede ayudarnos a marcar la diferencia. Y sí, las afectaciones tópicas como la psoriasis pueden acompañarse muy bien haciendo uso de métodos naturales de fácil alcance y respetuosos.

Si resuenas con esta visión holística y deseas trabajar tu psoriasis un poquito más allá de lo estrictamente cutáneo no dudes en escribirme, puedes hacerlo dirigiéndote al apartado CONTACTA y te daré respuesta en menos de 48 horas.

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